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Titanic fue un fenómeno mundial desde el momento en que se estrenó en los cines en 1997. Aclamada por la crítica, la película con once Oscars fue dirigida por James Cameron. La película convirtió en estrellas a Kate Winslet y Leonardo Dicaprio.
La trama comienza en 1997. Rose DeWitt Bukater, de 102 años, es una superviviente del hundimiento del Titanic. Recuerda su estancia a bordo del barco cuando era una niña en 1912.
Rose tiene 17 años cuando embarca en primera clase en el "Barco de los Sueños". Su madre, Ruth Dewitt Bukater (Frances Fischer), tiene dificultades económicas y la obliga a casarse con Cal Hockeley, un hombre de negocios rico, arrogante y grosero. 
A lo largo de la película, Cal y Ruth hacen todo lo posible por convertir a Rose en una esposa ejemplar. A través de este futuro matrimonio, Ruth espera mantener su lujoso estilo de vida, y Cal espera tener una compañera dócil que se pliegue a todos sus deseos.
Pero en este viaje, Rose se enamora de Jack Dawson, un artista sin dinero y pasajero de tercera clase. Su apasionado romance dará un vuelco a sus respectivos destinos. 
En esta escena de culto, Rose invita a Jack a unirse a ella en sus pisos al anochecer. Quiere que la dibuje.
"Es muy adecuada, te lo aseguro", dice Rose con una carcajada, dando la bienvenida a Jack al salón. "¿Te sienta bien la luz?", le pregunta. Rose ha abandonado la fiesta en la que se encontraba su prometido Cal para pasar un rato con su amante. La joven recibe al modesto artista en su suntuosa suite, donde delira con los cuadros de Monet pertenecientes a su prometido. 
Dibújame como una de tus chicas francesas
Por su parte, Rose está ocupada. Se dirige a la caja fuerte, donde ha guardado el "Corazón del Océano", un collar de 56 quilates con una piedra azul en forma de corazón que le regaló Cal. Más para marcar su territorio que para demostrarle su amor.
"¡Es precioso! ¿Qué es? ¿Zafiro?", pregunta Jack mientras examina la joya, que Rose le ha entregado. "No, un diamante. Un diamante muy raro", dice ella.
Rose se arma de valor y pronuncia esa famosa frase: "Jack, dibújame como una de tus chicas francesas... llevando esto", dice refiriéndose al lujoso collar. "Vale", responde Jack, en tono concentrado. "Sólo esto", insiste Rose.
Con esta petición, Rose rompe todas las convenciones sociales impuestas por su entorno. Es un momento de verdadera emancipación para la joven, que hace valer su libertad de elección frente a un matrimonio impuesto.
Rose se quita delicadamente un broche, soltando su magnífica melena pelirroja. Al soltarse el pelo, también se desprende del peso de su posición social. Jack se disponía a esbozar su retrato, sentado en un sillón, cuando ella aparece vestida con un albornoz transparente negro y dorado. El joven artista la miró, sonriente, algo conmovido. 
"Lo último que necesito es otro retrato mío con aspecto de muñeca de porcelana", explica. Rose controla la situación y por fin puede ser ella misma, ya no tiene que fingir.
"Como cliente, espero que me den lo que quiero", exige ella, entregándole una moneda. A continuación, se quita la bata y se muestra desnuda ante un asombrado Jack.
Rose recupera la posesión de su cuerpo, que a menudo ha sido utilizado en su detrimento. Escapa de las miradas acusadoras de su madre y su prometido, y se da cuenta de que no les pertenece. A partir de ese momento, es dueña de su propio destino. 
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